Con el objetivo de paliar los efectos devastadores de la crisis inmobiliaria y la actual crisis sanitaria, la Ley de la Segunda Oportunidad el que permite es deshacernos de todas las deudas provenientes de préstamos personales, tarjetas de crédito, hipotecas, letras del coche, etc., para poder empezar una nueva vida económica, personal y familiar.

Esta Ley fue aprobada en 2015 y permite que cualquier persona, sea o no empresaria, pueda borrar sus deudas de manera definitiva para iniciar un nuevo proyecto de vida.
El deudor no ha de estar condenado en sentencia firme por delitos contra el patrimonio, contra el orden socioeconómico, de falsedad documental, contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social o contra los derechos de los trabajadores en los diez años anteriores a la declaración de concurso.
La deuda no ha de ser superior a los 5 millones de euros y no se ha tenido que realizar alizado este mismo procedimiento en los últimos 10 años.
 
El objetivo de este procedimiento es obtener el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI), es decir, el perdón de las deudas. Para conseguirlo, se tendrá que realizar una fase de mediación para intentar llegar a un acuerdo de pagos con los acreedores. Si estos lo rechazan, se entrará en situación de concurso de acreedores para que el juez valore la situación de insolvencia y conceda el perdón de las deudas.